La vida es doblemente injusta: 1. No importa cuántas cosas buenas hagamos; ni todas esas cosas juntas nos garantizan éxito. 2. Un solo error nos estigmatiza para siempre. Podemos ser la persona más cuidadosa del mundo, pero un solo instante de descuido, un simple resbalón, y toda nuestra reputación se desvanece en el aire como si nunca hubiese existido.
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