Así como la Ilíada y la Odisea son dos episodios en un mar de historias épicas, el tango no comienza con "Mi noche triste" ni termina con "Garganta con arena". ¿Qué importa que la pena de Helena no sea de bandoneón, sino de bando aqueo o... de bando troyano? De todas maneras, es una pena que apenas comienza. !La historia vuelve a repetirse, mi muñequita dulce y rubia!
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