232 Sin pena ni gloria no es para nada un mal negocio

Humano, cada vez más humano. ¡No demasiado humano aún! Todavía nos dejamos convencer. Todavía existen las corbatas, las medallas, los salones VIP. Ya intuímos lo que siempre supimos: que ningún hombre puede llegar mucho más allá que los demás. Prueba de esto, las Olimpíadas. Quien gana los 100 metros… ¿por cuánto gana? ¿Una milésima? ¿Dos? ¿Diez? ¿Cien?

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