Pinta tu aldea y pintarás… tu aldea. Punto. No le pidas más a la vida. Aunque no te haya dado tanto. Pinta tu aldea y es posible que después, si las circunstancias te ayudan, consigas transformar tu aldea en una metáfora de algo más universal. San Juan, por ejemplo: naciste en San Juan. ¡Shh, bueno! Es un desafío más a tu habilidad como escritor. Sarmiento no le esquivó al bulto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario