168 In Dubio Pro Reo

Desde los orígenes de la humanidad, la lucha entre el bien y el mal ha sido no sólo un dilema ético, sino también filosófico. Los encargados de la ingrata función de encontrar soluciones humanas –demasiado humanas- y llegar muchas veces a un término medio, siempre insuficiente, son los abogados: créase o no, ellos también son inocentes hasta que se pruebe lo contrario.

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