El siglo XXI necesita un nuevo tipo de revolucionario. Y si el Che fue un hombre del SIC o del CASI, no vendría mal confiar en un rugbier argentino, que con la ayuda de su novia y de la tarjeta dorada de su suegro, decide dejar de hablar con tonada provinciana y la cambia por una voz caribeña, para comenzar su histórico viaje revolucionario por la Patria Grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario